El reto de montar una carpa para un Ironman
Hasta ahora te hemos contado cómo ponemos en marcha el montaje de una carpa para bodas y celebraciones de eventos. Y aunque ésta es una de las propuestas más importantes de nuestro catálogo, últimamente también nos hemos atrevido a montar una carpa para un Ironman.
Un Ironman es una de las pruebas más exigentes en el terreno del triatlón. Se compone de tres pruebas distintas que constan de 3,86 km de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de carrera a pie. En mayo del año pasado, alquiler de Carpas Maestrat ya participó en el Ironman celebrado en la playa de Calella con el montaje de un total de 3.275 metros cuadrados de espacio, entre carpas poligonales, de dos aguas, 3×3 y Jaimas, para dar la cobertura necesaria a la organización y a los deportistas que participaban en el certamen.
El triatlón que se celebró en mayo fue lo que se denomina un half challenge o media distancia y consistió en 1.900 metros de natación, 90 km de ciclismo y 21 km de atletismo. En octubre la prueba fue mucho más dura. Y es que Calella acogió este primer fin de semana de octubre el triatlón de larga distancia, compuesto, ahora sí, por 3.900 metros a nado, 180 km que tuvieron que recorrerse en bicicleta y un total de 42 kilómetros de carrera a pie.
En esta ocasión, desde alquiler de Carpas Maestrat utilizamos las carpas más grandes para los boxes, o lo que sería lo mismo, las denominadas zonas de transición, lugar en el que los participantes realizaban el cambio de una prueba a otra y guardaban sus enseres personales y elementos que necesitaban para llevarlas a cabo. Con el resto de carpas se crearon zonas de guardarropía, un centro médico para atender cualquier urgencia y un espacio para la recepción de los participantes. Pero el Ironman de Calella también tenía reservado un sitio para los expositores que participaban en el evento. Se encontraban ubicados en la zona de ocio, junto al bar, donde también existía un espacio para los DJ, zona VIP y de cronómetros.
Las carpas que preparamos para este evento contaban, todas ellas, con parquet flotante, de modo que los atletas podían desplazarse de una manera cómoda y segura durante los cambios de prueba, incluso descalzos, que es como necesitan transitar en la mayoría de ocasiones.
El montaje de las carpas tuvo una duración de hasta tres semanas, en las que nuestro equipo tuvo que desplazarse con un tráiler de pequeñas dimensiones, debido a las dificultades de acceso que presentaba la zona de playa. Al fin lo conseguimos, así que a estas alturas ya casi podemos considerarnos unos auténticos Ironman.