La actividad de una empresa dedicada a la fabricación o distribución de bienes está sujeta a una serie de factores, a menudo, muy difíciles de controlar y que obligan a disponer de capacidad de respuesta inmediata. La demanda de un producto puede crecer, estancarse o disminuir en semanas y esa fluctuación constante hace imprescindible que una empresa moderna disponga de herramientas que le permitan adaptar sus instalaciones al devenir del mercado. Dentro de este contexto económico cambiante, que ya se ha convertido en la norma, la capacidad de contar con soluciones de almacenaje capaces de dar respuesta ágil y eficaz a necesidades puntuales sobrevenidas es imprescindible, para competir en el mercado. Es, por tanto, en esta coyuntura, en la que las carpas almacen se perfilan como unas herramientas perfectas para dar la respuesta inmediata que exigen las necesidades puntuales de almacenamiento que exigen los excesos de fabricación, los errores logísticos o una mengua repentina y no prevista de la demanda de cualquiera de los bienes que una empresa fabrica o comercializa.

¿Qué es una carpa almacén?

Una carpa almacén es una estructura robusta, flexible y desmontable, que se puede instalar en cualquier espacio libre situado dentro del recinto de una empresa (aparcamientos, parcelas vacías o zonas comunes), para responder a una necesidad inmediata de almacenamiento derivada de un acontecimiento no previsto. Su tamaño es variable y se ajusta a las necesidades concretas del momento, pero las carpas almacén más habituales son aquellas que tienen una anchura de hasta sesenta metros y una longitud suficiente como para desarrollar en su interior las labores que sean necesarias. Se trata, siempre, de soluciones temporales y cuya implementación no obliga a sortear complejos procesos administrativos, como los derivados de la construcción de una nueva nave y, por eso, resultan óptimas para momentos en los que la rapidez en la respuesta es imprescindible. Son, además, unas soluciones económicas, ya que evitan tener que recurrir a contratos de alquiler que, precisamente, por la premura, obligan a cuantiosos desembolsos.

Existen carpas almacén de diversos tipos. La cubierta puede ser de lona o paneles de acero desmontables, aunque las de más fácil manejo y menor coste son las de lona. En todos los casos, se garantiza la máxima resistencia a la lluvia, al viento o, incluso, a la nieve. El objetivo no es otro que brindar a cualquier tipo de empresa una solución rápida, eficaz y temporal para una necesidad de almacenaje sobrevenida.

Si, en su empresa, por cualquier razón, precisa de un nuevo espacio temporal de almacenamiento, que ofrezca garantías máximas y pueda articularse en tiempo récord, no lo dude y contacte con nosotros. En alquiler de Carpas Maestrat tenemos experiencia, somos eficaces y estamos a su disposición. No lo dude.